domingo, 10 de agosto de 2008

El Destino

Nunca había estado interesada en saber qué le pasaría en el futuro y además no creía en el destino. Sostenía que “cada uno decide qué le pasará”. Pero había perdido aquel trabajo que tanto le había costado conseguir y, en vez de tomar un ansiolítico (como había hecho siempre) decidió visitar a una adivina. Cuando le preguntó a su vecina si conocía a alguna recibió la dirección de “Ofelia” como respuesta.

La desesperación de Lucía era tal que, a pesar de desconocer el barrio en el cual este sitio se encontraba, viajó sola en colectivo hasta allí. Así fue como llegó a un oscuro y siniestro callejón, cuya única fuente iluminadora era la luna, en el cual el único sonido perceptible era el de sus temblorosas piernas. Entre la oscuridad se podía apreciar una delgada franja de luz proveniente de una puerta entreabierta. Empujándola, penetró en un lugar escalofriante en cuyos muros flotaba un aura de tristeza y soledad.

Se respiraba un aire con un aroma que combinaba sahumerios con cenizas de cigarrillo y que, junto al blanco de las paredes le recordaba a una clínica de ancianas por cuyos pasillos ronda la muerte. Al mirar hacia su derecha se sintió observada por el bizarro protagonista de un cuadro: una figura que usaba un manto negro que cubría su rostro, el cual contrastaba con su pálida tez.

Al acercarse para apreciarlo mejor un estruendo se oyó y una mujer vestida de violeta apareció a su lado. Se presentó como Ofelia y la invitó a sentarse en un rincón frente a un gran y antiguo reloj de péndulo. Luego le pidió que girase tres veces sus agujas. Al hacerlo Lucía notó que el péndulo había dejado de moverse. Fue entonces cuando le indicó mirarlo fijamente. Cuando concretó esta acción pudo ver las imágenes dentro de él como a través de una cámara rápida. Se vio a sí misma sentada en un bar tomando café con otro joven. Su “yo futuro” se la mesa para ir al baño y su compañero, después de mirar hacia ambos costados con sus verdes ojos, virtió una sustancia en su taza. Al volver terminó de tomar su contenido y lo próximo que su “yo presente” detectó fue su cuerpo inmóvil tendido en el suelo.

Lucía se asustó y comenzó a correr apresuradamente intentando huir de aquel lugar. A lo lejos escuchó la voz de Ofelia: “No importa qué camino elijas… ¡el destino siempre será el mismo!”

Pasaron los meses, con ellos el temor, y se olvidó del episodio. Ya tenía una mejor ocupación y decidió salir a festejar con sus amigas. Fueron a un bar y tomaron hasta emborracharse. Mientras Lucía trataba de mantener su equilibrio, un muchacho la sujetó del brazo y le ofreció una bebida extraña. “T-te conozco de algún lado” –balbuceó ella. Bebió el contenido del envase de un solo trago, dijo: “lindos ojos… oliva” y se desvaneció. “…el destino siempre será el mismo…” resonaba en sus oídos mientras perdía el aliento…




Esto lo escribí el año pasado para lengua ._.
Tenía que escribir un cuento titulado "El Destino" y bueno... lo que salió fue esto xD
Y sí... ahora le cambiaría ciertas cosas, pero no lo voy a hacer xP

Hoy fue un día muy raro ._.U
Bleh... me sentí un poco decepcionada por algunas personas que quiero mucho.
Pero, dejando eso de lado, estuvo bueno (:

Fui a una thrift store con Vio <3
después comimos en Mc
y más tarde, bond con los chicos ^^

los quiero :3

xx,

Tuni

1 comentario:

violeta dijo...

Dsp me contás quien te decepcionó y voy y le hago el culo con la patilla de mis anteojos .
Te amo aunque me digas petera/calienta chotos , im so sorry , está en mi escencia(?) JAJAJAJAJAJAJAJAAJ no boluda son palabras no acciones LMFAO
Ni en pedo te amo pero ni en pedo te doy pero te amo pero en pedo te doy , no pero ni en pedo no ?
JAJAJA
:B
( fijate las fotos que salieron re lindas (: )